Día 9 - Visita al museo de Louisiana (arte moderno)
Este museo (Louisiana Museum of Modern Art) se encuentra a pocos kilómetros de Elsinor (Helsingor) y es uno de los imprescindibles si tienes tiempo en tu visita a Dinamarca.
Hoy toca madrugar porque queremos que nos dé tiempo a todo lo que tenemos previsto (incluyendo la pequeña ruta por Suecia).
Además, tenemos que entregar el coche por la tarde en la agencia de alquiler, en el aeropuerto de Copenhague.
El museo está a unos 45 minutos en coche desde Copenhague, hacia el norte, en dirección a Helsingor, por la autovía E47.
Abre sobre las 11:00 horas, pero queremos llegar un poco antes para no perder ni un segundo.
Eso sí, el desayuno es sagrado, y las tostadas con pan de centeno danés están de miedo.
Humlebaek Kirke
El recinto del museo de Louisiana está a las afueras de la pequeña ciudad de Humlebaek.
Llegamos sobre las diez y media y aparcamos cerca de la entrada.
Junto al museo está la iglesia de Humlebaek (Humlebaek Kirke), así que decidimos cotillear para hacer tiempo.
La iglesia en sí es un edificio moderno y muy discreto, pero el cementerio está ajardinado y nos pareció increíblemente bonito.
Además, ese entorno ajardinado rodea un pequeño lago (The Lake Garden), que también se puede visitar desde el museo durante la visita.
A unos metros vemos también un pequeño puerto deportivo.
El museo de Louisiana
A las 11:00 estábamos en la taquilla del museo con puntualidad prusiana.
El precio de las entradas es de unos 15-20 euros por persona.
La entrada al museo suele estar incluida en la Copenhagen Card , que nos hubiera venido bien, pero la utilizamos para los primeros días en Copenhague.
En cualquier caso, vale la pena.
El museo es impresionante, y bastante diferente de la idea que podíamos tener de un museo tradicional.
El edificio original se diseñó para que se integrara perfectamente en el entorno natural (anteriormente era una especie de finca rural con un pequeño bosque, junto a la costa).
El entorno natural es uno de los puntos más destacados de Louisiana, porque en la zona ajardinada encuentras esculturas y montajes artísticos que producen un contraste muy curioso entre lo natural y lo ‘artificial’ de las obras de arte.
El mar está a unos metros y la zona ajardinada es muy amplia.
Se puede visitar además la parte de The Lake Garden, que habíamos visitado nosotros antes de entrar al museo.
El edificio en sí está formado por varios módulos, conectados por pasillos acristalados.
En el museo de Louisiana podemos ver las colecciones permanentes, que incluyen obras de artistas daneses y de artistas internacionales muy conocidos, todos ellos de arte moderno.
A mí por ejemplo me gustó muchísimo la zona dedicada a Giacometti
Por sus obras, pero también por el espacio en el que están, la zona inferior está acristalada y da a la zona del lago. Y se mezclan en cierta forma la sencillez, del espacio interior, las figuras peculiares de Giacometti, y la complejidad y belleza de la naturaleza al otro lado del cristal.
Dentro de las colecciones permanentes encontrarás obras de Andy Warhol, Picasso, Yves Klein, Kusama…
Aunque no te guste especialmente este tipo de arte o no seas un experto… da igual.
Es un sitio que se disfruta por sí mismo. Como se suele decir, el todo en este caso es mayor que la suma de las partes.
Además de las exposiciones permanentes, siempre hay una parte del museo dedicada a exposiciones temporales, por ejemplo de algún artista invitado, o siguiendo una determinada temática.
En esta temporada la exposición temporal estaba dedicada a las flores, The Flower as Image, e incluía obras de artistas como Monet, Gauguin, Matisse, O’Keeffe, Picasso, Warhol…
Nos gustó muchísimo también.
Diario de viaje
El museo nos encantó. Así de simple.
Da igual que no seas muy fan del arte moderno, sólo por la zona ajardinada y las vistas valdría la pena la visita.
Podríamos haber estado mucho más rato, pero teníamos todo planificado al milímetro para el día.
Nuestro siguiente destino es el puerto de Helsingor para subir al ferry con destino a Suecia